Te has preguntado ¿Qué es el internet de las cosas?
En nuestras conversaciones diarias, el internet de las cosas no es un término muy utilizado, pero en el sector inmobiliario tomará cada vez más importancia.
De acuerdo a Wikipedia, es “una interconexión digital de objetos cotidianos con internet. Es, en definitiva, la conexión de internet más con objetos que con personas”.
Esto aplicado a nuestra vida cotidiana y al sector inmobiliario, significa que, uno de nuestros aparatos inteligentes de uso diario, controlan nuestros electrodomésticos y sistemas de nuestras casas, como el de vigilancia, aire acondicionado, máquinas de lavado, alarmas, bienestar o entretenimiento, iluminación, entre otros o si acaso en un edificio habitacional o comercial.
Aplicación en el sector inmobiliario
En países “hiper conectados” este término es aun más utilizado y es más común, ya que, en las ciudades de estos países, el internet tiene excelentes condiciones, tales como velocidad, infraestructura en permanente desarrollo con servicio perenne y estable.
En estos países, ya se habla de inmuebles inteligentes, en las que, con una pantalla o un teléfono inteligente, se determinan y programan funciones cotidianas de los inmuebles y se hace cargo de actividades que antes requerían una persona que los pusiera a funcionar de forma manual y directa.
¿Cómo se da entonces el internet de las cosas en el sector inmobiliario?
La respuesta se dirige hacia varios retos:
- Contar con una conexión estable y de alta velocidad de Internet.
- Acondicionar los espacios para este tipo de tecnología Edificios – apartamentos.
- Clientes que deseen apostar por este tipo de inmuebles y desarrolladores que estén dispuestos a construirlos.
- Confiar en gran medida por la tecnología, y que el comprador o dueño del inmueble esté dispuesto a invertir en este tipo de desarrollo tecnológico.
El futuro hiper conectado, está más cerca de lo que imaginamos.
¿Usted como comprador de un inmueble, estaría dispuesto a apostar por sistemas inteligentes para su oficina o vivienda y que los mismos “manejen” una parte de su vida cotidiana? Sin duda, la respuesta es retadora y esto acarrea muchas más interrogantes por resolver.